Hay que obedecer las instrucciones de la jefa. La jefa durante una conversación con un subordinado trivializó el deseo de follar. Trabajo duro. No hay vida personal. La polla del tipo estaba al instante en su boca. Ella chupó profesionalmente. Lamiendo sus testículos. Luego, tras extenderla sobre la mesa, la dama se sentó encima y condujo alrededor del joven semental. El tipo se emocionó tanto que las emociones salpicaron la cara y el pelo del jefe. Ojalá todos tuvieran jefes así.
No sé por qué tuvo que atar a su novio de esa manera, ¿qué haría él si tuviera las manos libres? ¿Habría desordenado el pelo de la pelirroja o habría impedido que su novio se sacara la polla del pantalón? Seguro que también se hubiera sentado tranquilamente con las manos libres.